La noche es una sábana lisa sin más límite que la negrura, mis dedos palpan los ojos luminosos de una persiana

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reposaba en una cama cubierto de mantas

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Antes clavo en mi pie de apoyo después piedra en el fondo de mi bolsillo sometida a los ojos ciegos del tacto

Mi infancia despertó entre aguas caños pródigos mansas playas balnearios decadentes…

Paseo las avenidas atestadas de transparente humanidad...

que nunca me atreví a ser

Se vuelven a suceder las estaciones con la virtud inexacta de su naturaleza, lo que no se repite son tus manos, tus brotes, tu cosecha fragante

Con la cautela de lo frágil poso la frente en la ventana

Cuando el mundo se desnuda de repente e ingresas en el sótano de la supervivencia

Después de acumular varias X, algunas V y un montón de palitos en formación, inauguro prefijo (5) para la próxima década

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Entre la luna y el hueso,  el sol y la carne las estrellas y el sudor

Los ciclos de la memoria vienen y van, como las nubes en el cielo. Nunca sabes de dónde siguen saliendo ni cuando desaparecerán del todo.

Plancha de aglomerado, 5 cm de espesor. Procedencia escandinava. Área aproximada 120 x 80 cm. Cobertura de chapa negra de ínfimo espesor

El horizonte se dilata en la lejanía en este día de estío más allá el cielo su tamiz luminoso la cúpula imposible de esta tierra

Me dijiste que huyera de aquí que le diese esquinazo a los neones a la dulce embriaguez del olvido a aquellas noches de rímel y linaje

La joven farola huye de mí sobre el espejo roto del adoquín se va con una curva familiar ...

Erguido frente a la orilla de un mar pleno de silencio

El Níger se desliza ancho en silencio a los pies de la noche.

Últimamente pienso demasiado en la muerte. Creo que se debe a que amo inmoderadamente la vida...

¿Y si todo fuera química? Embrión, sudor, hueso ¿y si no pudiéramos formular una creencia desgajada de la simpleza de nuestra cáscara cerebral?

Hoy me cuesta todo me cuesta tanto como a ti levantarme en la penumbra ...

Después de 25 años de sexo, drogas y rock and roll, estoy hasta los cojones.

Creo que esta semana me ha cogido la crisis de los cuarenta (benditas etiquetas). ...